Ven incongruentes cifras de asesinatos
Agencia REFORMA
Afirman que el objetivo de una base de datos no es sólo el contar los homicidios, sino tener el nivel de información para conocer el fenómeno
La falta de confiabilidad en las estadísticas sobre homicidios no son exclusivas de la Base de Datos de Fallecimientos por Presunta Rivalidad Delincuencial sino también de las que maneja el INEGI y el Sistema Nacional de Seguridad Pública, aseguró Arturo Arango, experto en sistemas de información delictiva.
Las tres bases de datos, indicó, difieren entre sí al comparar los mismos periodos y zonas geográficas, es decir, que en lugar de tener información coincidente, los datos divergen de tal manera que resultan en algunos casos contradictorios.
“En el año 2001 encontramos en Aguascalientes que los homicidios del INEGI, representan sólo el 12.5 por ciento de las averiguaciones previas (por homicidio doloso) registradas por el Sistema Nacional, esto en términos llanos implica que por cada 100 averiguaciones que se iniciaron, el INEGI sólo registro 12.5 personas muertas por homicidio que se encontraban respaldados con un certificado de defunción. ¿Qué pasó con la diferencia? ¿Dónde quedaron los difuntos restantes?
“Igual sucede en Baja California, para el año 1997, donde las personas con certificado de defunción representan a 69 de cada 100 averiguaciones iniciadas, mientras que en Chihuahua en el año 2007, las personas muertas por homicidio registradas por el INEGI con certificado de defunción, sólo explicaban al 84 por ciento de las averiguaciones registradas”, señaló.
Arango, quien fue parte del grupo de ciudadanos que el Gobierno Federal invitó en 2009 a participar en la elaboración de la Base de Datos, recordó que desde entonces, en la mesa de trabajo y durante las reuniones de los Diálogos por la Seguridad que encabezó el Presidente Felipe Calderón, advirtió de la falta de solidez de esa estadística y propuso que se asumiera una metodología científica para la recolección, clasificación y análisis de los datos.
Estas inconsistencias, aseveró, quedan evidenciadas en algunos casos, por ejemplo, para el año 2010, el SNSP reporta que en Coahuila hubo 256 homicidios por arma de fuego, mientras que la Base de Datos por Presunta Rivalidad Delincuencial registró 384 ejecuciones; en el caso de Chihuahua, el Sistema da cuenta de 3 mil 210 asesinatos por arma de fuego, en tanto que la Base contabilizó 4 mil 427.
“En principio la información de homicidios debería ser única, y estar registrada en un solo sistema a partir del cual se generarán diferentes categorías de análisis que permitieran aproximarse al fenómeno de forma dinámica, y más aún, deberíamos contar con una categoría superior de causas de muerte”, apuntó.
Arango, quien es coautor del libro “Sistema de Información Delictiva” y del estudio “México: Atlas Delictivo del Fuero Común 1997-2006″, señaló que el objetivo de contar con una base de datos no es únicamente el contar los homicidios, sino tener el nivel de información que permita conocer el fenómeno, su extensión y nivel de profundidad.
“La base nos debería permitir conocer la violencia relacionada con la delincuencia organizada, en donde el saber cuántos se cometen es una herramienta que usada conjuntamente con otras nos ayudarían entre todas ellas a comprender el fenómeno, que es el primer paso hacia su posible solución”, señaló.
El martes, Jaime López Aranda, titular del Centro de Información del SNSP, informó que la Base de Datos dejaría de actualizarse debido que se había tratado de un experimento fallido, pues la contabilidad se había realizado con un criterio que no tiene una base legal y que la información no estaba debidamente respaldada con las averiguaciones previas
Es mejor no informar.- Romero
La secretaria general del PAN, Cecilia Romero, consideró preferible que no se den cifras de las ejecuciones del narcotráfico a que éstas sean imprecisas y con errores.
Luego de que el Gobierno federal confirmó que sólo se hablará de homicidios dolosos y no “homicidios por crimen organizado” porque esa figura legal no existe, Romero rechazó que eso vaya en contra de la política de transparencia que ha enarbolado el PAN.
“Precisamente avala y abona al tema de la transparencia, porque la transparencia es la verdad, o sea no podemos tener dudas o fallas técnicas en la publicidad, en la publicitación de ciertas cosas porque se pueden llegar a tener errores en la percepción”.
-¿Entonces es preferible no dar esos datos?, se le cuestionó.
“Claro, claro, definitivamente”, fue su conclusión.
La panista lamentó que se le pueda dar la lectura de que hay un ocultamiento, pues coincide con las razones por los cuales no se darán los datos y asegura que las cifras son sólo una parte de todo lo que ha sido la lucha contra el narco.
“Las razones que da Presidencia para no publicarlo son estrictamente técnicas y me parece que, desde mi punto de vista, no constituye ni con mucho ni una reducción del esfuerzo que el Gobierno federal está haciendo para continuar con esta lucha ni mucho menos un ocultamiento de datos de manera dolosa”, afirmó.
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