miércoles, 30 de julio de 2014

Día Mundial contra la Trata 30 de julio

Mensaje del Secretario General con motivo del Día Mundial contra la Trata de Personas




La trata de seres humanos es una industria mundial despiadada que niega a las víctimas sus derechos y su dignidad y genera miles de millones de dólares para las redes de la delincuencia organizada. La mayoría de las víctimas de la trata son mujeres y niños vulnerables que son engañados para hacerles emprender una vida de sufrimiento. Son explotados sexualmente y obligados a trabajar en condiciones similares a la esclavitud.
En este primer Día Mundial contra la Trata de Personas, que constituye un llamamiento a la acción para poner fin a ese delito y dar esperanza a las víctimas que a menudo viven entre nosotros sin ser reconocidas. Para poner fin a los traficantes debemos cortar los canales de financiación e incautar activos. Insto a todos los países a que ratifiquen y apliquen plenamente la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional y su Protocolo sobre la Trata de Personas.
El cumplimiento de la ley, la cooperación transfronteriza y el intercambio de información pueden ser todos eficaces. Sin embargo, para poner fin a la trata de personas también deben abordarse las causas profundas. La pobreza extrema, las desigualdades muy arraigadas y la falta de educación y de oportunidades crean las vulnerabilidades que son explotadas por los traficantes. En última instancia, la mejor protección es acelerar el desarrollo para todos.
Las víctimas de la trata que tienen la suerte de ser liberadas necesitan asistencia para recuperar sus derechos y reintegrarse en la sociedad. El Fondo Fiduciario de Contribuciones Voluntarias de las Naciones Unidas para las Víctimas de la Trata de Personas, Especialmente Mujeres y Niños, trabaja en favor de las víctimas pero necesita financiación adicional. Hago un llamamiento a todos para que apoyen la campaña de las Naciones Unidas «Ten Compasión por las Víctimas de la Trata de Personas».
Abramos los ojos ante este delito y abramos nuestros corazones a las víctimas. Ha llegado el momento de decir no a la trata de seres humanos.