"NO GIREMOS LA CARA, NO MIREMOS ATRÁS"
Llanto de un bebe,
llanto de una vida,
desde que naces ya lloras,
preludio de penas,
o de alegrías.
Todos nacemos igual,
más el camino se bifurca,
dando paso a una existencia,
que a veces puede ser dura.
Por el hecho de ser niño,
ya mereces siempre amor,
sea cual sea tu cuna,
sea de oro o de latón.
Pero no en todos los casos,
se cumple dicha observación,
y el sufrimiento hace mella,
en tan pequeño corazón.
La infancia debería,
protegida siempre estar
y no dejar cabos sueltos
que demonios puedan albergar.
Demonios que te persiguen,
llegan pero no se van,
ahuyentarlos cuesta esfuerzo,
si lo consigues,
¡ganando vas!
¡Cuantas pequeñas batallas,
lidiándose ahora están,
bajo negras sombras turbias
que escondidas pasearan!.
Buscando almas tiernas,
buscando a quien atar,
en la oscuridad inmensa
del dolor y la soledad.
A nuestras manos corresponde,
la tarea de albergar,
los sólidos cimientos
de una infancia de verdad.
Una infancia con luz blanca,
una infancia con amor,
una infancia prometedora,
de un futuro mejor.
Estemos atentos pues,
no dejemos escapar,
detrás de muchas miradas
hay una súplica y soledad.
No giremos la cara,
no miremos atrás,
de nosotros depende y mucho,
a nuestros niños ayudar.
"LA MUJER PEDÓFILA TAMBIEN EXISTE".
La propia madre abusaba de ella.
¿Como es posible?
Pues si, es posible.
Fisica, emocional, psicológicamente. El abuso por parte de la mujer va más allá del mero abuso físico. Es emocional, psíquico. La dominación, sobre todo en ese ámbito, es uno de los puntos claves en la mujer pedófila.
En algunos de estos casos, la agresora, que suele sufrir anorgasmia, vive su sexualidad a través de las experiencias, las vivencias sexuales que obliga a realizar a la víctima y a relatar posteriormente con todo lujo de detalles. Este tipo de comportamientos suelen darse con victimas adolescentes o en edad adulta.
En otros casos, aprovechan su calidad de cercania familiar con el niñ@. Madre, tia, hermana, amiga, etc para llevar a cabo sus agresiones, sus perversiones y deseos pedofilos y que pasen completamente desapercibidos enmascarados en amorosos actos de afecto.
Lo que les resulta extremadamente comodo puesto que, por naturaleza nadie pensará que una mujer, una madre, pueda abusar de un niñ@.
No existe un perfil preciso que identifique a una pedófila, pero puede tratarse de una mujer que se oculte ante los demás tras una imagen de una ama de casa respetable, cordial, atenta, alejada de todos los excesos tanto en el beber y en el hablar, en apariencia buena madre.
Un patrón muy parecido al del perfil de los hombres.
Según las estadísticas sobre el tema, el 86% de las víctimas de pedofilia femenina enfrentan la incredibilidad de la sociedad.
Sólo el 14% de las victimas son creídas debido a que, en la mayor parte de los casos, suele ser el hombre el agresor. A la sociedad, se le rompen los esquemas cuando es la mujer la pedófila.
No necesariamente, al igual que en el caso de los varones, la niña abusada sexualmente en su infancia, llega a ser una pedófila en su vida adulta. Solo un 18% de las mujeres abusadoras han sido víctimas de abuso. La cifra se incrementa considerablemente en el caso de los hombres, pero nunca en su totalidad.
No por ser abusado estás destinado irremediablemente a ser un/una pederasta, ni tampoco el/la que no ha sufrido abusos esta libre 100% de convertirse en uno de ellos.
Muchas de estas víctimas de mujeres pederastas, como en el caso de los abusadores hombres, ejercen la prostitución en su vida adulta.
De hecho esta comprobado que el 75% de las mujeres que la ejercen han sido víctimas de abusos sexuales en su infancia.
Evidentemente, no hay que ir con miedo por la vida en lo que respecta a nuestros niños ni a familiares, conocidos, etc, pero si con cautela tanto con hombres como con mujeres que nunca está de más estar atento.
CADA ABUSO QUE PUEDA EVITARSE SALVA UNA VIDA O MÁS.
DENUNCIA.